La Fotografía siempre ha estado presente en mi entorno y en mi vida.
Recuerdo,
desde bien pequeña, el estudio de revelado fotográfico en el que mi
padre trasteaba las capturas que él mismo hacía con su cámara analógica.
Hasta que se rompió el aparato. Pero aquello no apagó mi curiosidad por
la fotografía y en los años 90 llegó mi primera cámara: mi padre me
traspasó la suya. Era completamente manual... ¡Cómo me costó aprender a
enfocar! Y cuánto dinero se dejaron mis padres en los revelados...
Llegó 2001 y con el primer dinero que gané acompañando a mi primer bajito
en mis inicios universitarios, me compré mi primera cámara digital.
Entonces eran muchos más caras de lo que son ahora. Durante años siempre
fue conmigo donde yo fui: de día, de noche, viajando, en el pueblo...
Tenía una necesidad de captar y capturar momentos. Era extraño.
Imaginaros que fundí la bombilla del flash... Entonces me compré una
cámara digital compacta, de bolsillo, vamos. Aprendí mucho en esos años
de composición, de luces, de buscar algo en lo que quería fotografiar.
Pero me faltaba el poder acercarme y alejarme sin ser vista. Tenía
necesidad de réflex y en 2009 llegó la primera. Se abrió un abanico de
posibilidades inmenso a mi curiosidad.
2012
fue un año bueno y malo para mí. Acostumbrada a tener diferentes
trabajos, me encontré desempleada y sin perspectivas de ocupación
inmediata. Así que decidí ocupar mi tiempo y mis energías en hacer
formación vinculada con mi ocupación principal, y aquella donde se
trabajaban habilidades que creía que podrían ser beneficiosas para mi
profesión y para mi persona. Y entonces, desperté.
Abrí
los ojos y observé mi pasado y mi presente. Visualicé dónde quería
estar (y dónde no) en un futuro. Supe qué hacer. Los cursos me ayudaron
mucho, pero más aún los diferentes talleres que hice. Puede que los
tuviera que hacer antes. Eso nunca lo sabré. Pero sé que me llegaron en
el momento perfecto. Era el momento. Mi momento.
Así
que hice una inversión de mejora de mi equipo, compré accesorios, hice
formación más específica, seguí con mis aprendizajes autodidactas y, ya
en 2013, he decidido trabajar en un proyecto empresarial para unir mis
dos facetas laborales y emocionales. Sigo trabajando en ello ¿El
resultado? Lo veréis, eso seguro. No tengo prisa. Tengo activada la
necesidad de mi yo. Veremos en qué se convierte este trabajo interno, pero seguro que será en positivo. Y tengo ganas. Muchas ganas.
"Da
tu primer paso ahora. No importa que no veas el camino completo. Sólo
da tu primer paso y el resto del camino irá apareciendo a medida que
camines"
Martin Luther King Jr
Caminad
sin miedos. Si llegan bloqueos, cerrad los ojos y respirad hondo.
Oxigenad el cerebro y haced caso a vuestra respiración. Al abrir los
ojos, llegará la claridad del camino. Y mientras dais paso tras paso,
mirad a un lado y a otro del sendero. Las oportunidades de aprendizaje
son infinitas. Cambiar de sendero está permitido, e incluso es
divertido.
1 comentario:
Esta es una de las entradas recuperadas de mi blog de fotografía, y quería compartir con vosotr@s antes de eliminarlo en el otro blog :)
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